Me imagino que la pregunta que da inicio a esta entrada del blog pretende desencadenar una critica en contra de las pruebas objetivas como un medio de evaluación[on del aprendizaje, en primer instancia diría que no basta establecer un conjunto de preguntas para evaluar los conocimientos adquiridos dentro del aula. No obstante, hasta ahorita no tenemos un mejor medio de evaluación, la naturaleza de la evaluación[on dentro de aula se encuentra intrínsecamente unida al problema de la naturaleza del aprendizaje.
El aprendizaje no es algo trivial, para muestra llevamos casi seis meses indagando en torno al tema y nos hemos dado cuenta de la enorme complejidad a la que nos enfrentamos al abordar el problema del aprendizaje, así, que una respuesta seria no, el aprendizaje no es trivial. El texto de Vargas parte de una noción intuitiva de aprendizaje "aprendizaje, se entiende como la incorporación por parte del sujeto de unos ciertos contenidos provenientes del exterior". Aprender algo ser entonces "aprende algo cuando el sujeto asimila información de la realidad a determinadas estructuras en el cerebro que luego permiten, a partir de la evocación de esa información incorporada, comprender nuevas realidades". Loa naturaleza del aprendizaje es la transformación del sujeto y de la realidad que lo circunda.
El aprendizaje, desde este punto de vista, se considera un proceso de descubrimiento de significados personales sobre la realidad que se percibe, tal como es percibida por la persona; el sentido profundo de la noción de aprendizaje no es el de traer datos de la realidad al interior del sujeto, llámese memoria o de cualquier otra forma, sino en tanto que ello constituye una apropiación de la realidad que el sujeto asimila transformándose a sí mismo, acomodándose al mismo tiempo que asimila.
La apropiación de un conocimiento, por ser el que se ha optado por construir, se ha vuelto conocimiento propio. En este sentido, es el conocimiento de la realidad que se ha vuelto propiedad del ser humano que lo ha construido, lo que al mismo tiempo construye al sujeto como tal. El sujeto, una vez que ha optado por construir un conocimiento de determinada manera, hace que tal conocimiento le pertenezca y, al pertenecerle, deja de ser un conocimiento abstracto y se vuelve parte concreta de sí mismo.
Situar el aprendizaje, implica favorecer el descubrimiento, por parte del estudiante, de su verdadero interés por aprender algo, pues sin este reconocimiento, tanto el estudiante como el maestro se pueden estar equivocando tanto en el fin como en el modo de aproximarse a la construcción del conocimiento en tanto tarea educativa.
Por otro lado, el interés por el aprendizaje también refiere a una dimensión social y ética. Situar el aprendizaje únicamente en los términos que el desarrollo de las competencias demanda, pareciera promover profesionales capaces del "qué hacer" y del "cómo hacerlo", dejando preocupantemente fuera de la formación el "con quién" y el "para qué" hacer las cosas. De lo que se sigue, que la evaluación del aprendizaje como una apropiación del sujeto del conocimiento debe ser evaluado mucho más allá de la repetición mecánica y memorística de contenidos de un programa a través de simples preguntas de ntro de un examen.